jueves, 20 de mayo de 2010

Your name is Justine


Título original: Masz na imie Justine.
País: Luxemburgo, Polonia.
Duración: 97 minutos.
Guión: Chris Burzda, Franco de Peña, Tomasz Kepski.
Dirección: Franco de Peña.
Interpretación: Jale Arikan, Elizabeth Bruck, Malgorzata Buczkowska, Jean-Marc Calderoni, Mathieu Carrière, Anna Cieslak, Katarzyna Cygler, Frédéric Frenay, Arno Frisch, Maciej Kozlowski, Nedjad Kurtagic.
Género: Thriller psicológico.
Año: 2005.

Deseos de libertad, una libertad como derecho humano que nos pertenece a todos, y que debe ser recuperada para aquellos que la pierden o se la arrebatan.

Quizás sea este el planteamiento que pretende que el espectador se haga el director venezolano Franco de Peña. Your name is Justine, pone de manifiesto el problema de la esclavitud en tiempos modernos que sacude a países occidentales. Mujeres, niñas, que han sido engañadas y posteriormente vendidas para ejercer la prostitución alejadas de todo mundo que conocían.

Ganadora de diversos premios como mejor contribución artística en el Festival Mundial de Montreal, Prix du Jury del Festival de Mons, en Bélgica, y mejor película en el Festival Alemano-Polaco de Berlín, Alemania; la película fue reconocida como un cine de realidad social que muestra la crudeza, la violencia, y el sufrimiento que mujeres polacas previamente secuestradas viven con horror a manos de quienes comercializan con vidas inocentes.

Es una película que dista mucho de las raíces latinas del director, y trata los hechos con un estilo claramente europeo, puesto que es una coproducción entre Luxemburgo, Alemania y Polonia.

Your name is Justine, es la historia de Mariola, una chica polaca que vive con su abuela y pasa los días en compañía de sus dos amigas de la infancia. Con la aparición de un viejo compañero del colegio, Artur, la vida de Mariola da un giro inesperado. Su enamoramiento le lleva a realizar un viaje por Europa con él, que nada más empezar finalizará con el peor de los sucesos. En Alemania, Artur deja a Mariola en manos de unos desconocidos que trafican con mujeres, obligándolas a ejercer la prostitución de forma vejatoria. La protagonista intentará salir sin descanso de la vida que le han impuesto.

Dejar de elegir, para preguntarse sólo por qué.

Una habitación, un comedor, un baño, una puerta cerrada con llave y unas ventanas selladas. Es el espacio en el que aprende a dejar atrás la inocencia de Mariola, y emprende un camino de amargura hacia un destino oscuro siendo Justine.

Anna Cieslak, es capaz de hacernos ver el debate continuo al que se somete, o mejor dicho, al que le han obligado a someterse, entre vivir a pesar de todo o morir en vida. Tras torturas, violaciones y falta de comida, parece caer en un pozo sin fondo en el cual perderá la cordura para siempre, hecho que nunca se dará. Momento clave que lo demuestra es el plano en el que Justine con un vestido rojo desgarrado se aproxima a la ventana con intención de tirarse y acabar con todo.

Los colores llaman mucho la atención en la película. La mayor parte del film se desarrolla en el piso donde ella está secuestrada. Un lugar solitario, sucio, y desesperanzador donde se mantienen los tonos tristes y oscuros. De repente, el color rojo del vestido capta la atención. Es el momento en el que muere Mariola, y comienza la vida de Justine. Es por esto, que el suicidio no hubiese tenido mayor sentido. Su vida tal y como la conocían todos había muerto en esa habitación.

El director, tras una previa investigación y documentación sobre la trata de blancas, refleja esa pérdida de la libertad arrebatada. Pero a la misma vez, nos muestra, que la capacidad de decidir, y elegir, aún estando condicionada a sus límites, sigue encontrándose en el interior de la protagonista. Ella saca fuerzas y elige mantener la cordura y el valor, para ser quien ellos quieren que sea, y posteriormente jugar sus cartas y salvar la dignidad que le pueda quedar.

Pero la Mariola de antes nunca vuelve. Un final feliz para muchos puesto que Justine sale de ese mundo negro, y un final no tan feliz para quienes piensan que cuando otros deciden por vidas que no les pertenece más que a quien las protagonizan, la identidad y la esencia de dichas vidas desaparecen para siempre.

Your name is Justine guarda relación con películas como Venganza, donde siempre hay un chico joven que atrae a las chicas en su llegada a aeropuertos europeos a las redes de las mafias a cambio de dinero. En ambas obras cinematográficas, quien hace de enlace termina pagándolo. Pero deja muy claro, que los que realmente se benefician quedan impunes a toda justicia. Es necesario que la sociedad tome cartas en el asunto porque es un tema que está ahí, al que todos temen, pero pocos se atreven a indagar.

La narración de las imágenes es una clara reivindicación a los derechos de la mujer, blanco fácil para aquellos que con autoridad y fuerza se imponen. Pero a la vez, quiere enseñar al espectador que nunca se debe subestimar la fuerza interior de una persona en situaciones límites, en este caso una niña que pasa a ser adulta en cuestión de días, y que pese a todo elige vivir.